domingo, 12 de agosto de 2018

El siglo relativo.

Relatividad, posmodernismo y contracultura.


Bajo el manto de lo relativo el siglo xx da vida a los cuestionamientos y las rupturas radicales de los grandes relatos y la cultura hegemónica.


Por @simonssi

Fue en diciembre de 1999 cuando el mundo se alistaba, un poco timorato y otro poco esperanzado, para despedir el siglo XX y pasar a un nuevo siglo quizás mas "pacífico" que el conocido siglo de los extremos*. Sin embargo el observatorio real de Greenwich ubicado en Londres aguó la fiesta irrumpiendo en el entusiasmo del público. Dijo que el siglo terminaba el día 31 de diciembre del año 2000, o sea que aún faltaba un año para la celebración. Todos se quedaron paralizados, atónitos y enmudecidos, sorprendidos y shockeados... pero solo por unos segundos, porque el mundo siguió organizando su despedida de siglo como si nada hubiera ocurrido y dotando al observatorio de una nueva característica: la de ser pedante. 

¿Por qué el observatorio creyó que el mundo le haría caso? La respuesta es que algo similar había ocurrido al caducar el siglo XIX, ya que había anunciado que los festejos de fin de siglo debían ser el 31 de diciembre de 1900 y todos así lo hicieron, tal como lo había planteado la ciencia. Es mas, resulta casi religioso creer en que el siglo XX no empezó hasta que los relojes de ese edificio lo declararon así, ya que la calibración de esos relojes estaba basada en la posición de las estrella que tenía encima. Así de determinante fue el observatorio y la idea de tiempo que impuso.


Y ahora la pregunta sería ¿Cómo es que el observatorio pasó de ser el ónfalo del siglo XIX a algo pedante en el siglo XX? John Higgs en su libro sobre cultura Historia Alternativa del siglo XX utiliza el termino ónfalo* para referirse a como era visto el observatorio real de Greenwich. Los ónfalos han existido en las civilizaciones de todos los tiempos. Éstos representan el centro del mundo para esas civilizaciones. Desde allí es que todo se define. Desde allí es que todo se explica. Por ejemplo, para los antiguos el ónfalo era Roma. Para el siglo XIX la monarquía, la iglesia, el imperio y la ciencia (Newton) configuraban los criterios de verdad de ese mundo, como si fueran los diseñadores de un marco de referencia para pensarlo absolutamente todo.

Sin embargo ni los cálculos de la ciencia, ni las predicciones de H. G. Wells pudieron ver venir la destrucción del ónfalo decimonónico a partir de la teoría de la relatividad de Albert Einstein, ésta destruiría por completo la forma de pensar el tiempo y el espacio, rompería los antiguos marcos de referencias y teñía de duda todo lo dicho anteriormente. Y como si el mundo y la historia se sintiera cómoda con eso, la relatividad destruyó la idea de imposición dejando la interpretación o el punto de vista como la forma de ver las cosas.








El impacto de Einstein durante la posguerra se dio al mismo tiempo que la irrupción de los artistas modernistas como si fuera cosa a tomarse enserio aquel pensamiento que dice que las ideas son hijas de una época. Para John Higgs resulta coherente hablar de un salto que se da al mismo tiempo aunque uno independientemente del otro. La persistencia de la memoria de Salvador Dalí hecha en 1931 puede ser un ejemplo del modo en que la nueva noción de tiempo influyó en la cultura modernista, sin embargo el autor desconoció la influencia de Einstein.

El relativismo rompió todo tipo de ónfalo incuestionable por dentro y por fuera de la ciencia, o quizás se candidateaba como uno nuevo pero disfrazado de libre interpretación. Develó que un ónfalo no era mas que una ficción creada, y así fue que se puso bajo la lupa muchos temas en cuestión. Desde aqui es que se puede entender lo pedante del observatorio de Greenwich en el siglo XX.


Lejos está aquí la pretensión forzada de hacer una relación de causa y efecto entre la relatividad y los años sesenta, o el posmodernismo. Para Higgs el primero a tenido cierta participación en todo lo que a siglo XX se refiere, pues la contracultura juvenil de los sesenta también había encontrado su propio ónfalo a derrivar... la cultura hegemónica, esa que se presenta natural ante nuestros ojos. Según Theodore Roszak se entiende por contracultura a "una cultura tan radicalmente desafiliada de los principios y valores fundamentales de nuestra sociedad" que para muchos termina siendo, en apariencia, una invasión bárbara. Los movimientos contraculturales de jóvenes de los sesenta cuestionaron los pilares mas importantes de la sociedad capitalista, desde el consumo a la guerra, desde la igualdad entre blancos y negros hasta la idea del aborto como un derecho, etc. El relativismo parece levantar la bandera de la experiencia por sobre la teoría científica.







Acompañando la ruptura de las ficciones impuestas, la irrupción y expansión del mercado de los medios masivos de comunicación ayudará a profundizar la relatividad de las visiones del mundo alimentando la necesidad de emancipación. El posmodernismo es el fin de los grandes relatos y de la mano de la variedad de información, la fragmentación de la realidad se potenciará desembocando todo en lo que Gianni Vattimo* denomina "liberación de las diferencias". Las minorías étnicas, sexuales, religiosas, culturales o estéticas como el punk* por ejemplo, toman la palabra para emprender una batalla cultural mostrando que no existe solo una forma de humanidad digna de realizarse, modifican el acontecer de la historia, haciendose reconocer al mismo tiempo. 

El siglo XX fue impredecible y no aceptó la estabilidad de ningún relato hegemónico. Si hoy el aborto y la homosexualidad dejaron de ser un tabú cubierto de polvo es porque la demanda social pudo romper algunos duros cascarones e indagar en las profundidades de la humanidad para llegar a nuevos y nuevos cascarones, como si se tratara todo esto de la destrucción de una mamushka gigante. 







* El historiador inglés Eric Hobsbawm llamó Extremes a su libro acerca del siglo xx corto. De este lado del mundo vaciaron de hipótesis el título de ese libro y hoy lo conocemos como Historia del siglo XX.
* Ver más información.
* El MOD es otra subcultura estética. Artículo relacionado: ¿Los hijos de Marshall?
* ¿Una sociedad transparente?

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