viernes, 28 de agosto de 2020

El arte en posmodernidad: Postproduction y sampling como los ready made posmodernos.

Por Mariano Alvarez

Si hay algo a lo que nos hemos acostumbrado en la época en que hay mas palabras digitales que materializadas en un papel, es a cortar y pegar (Ctrl+C y Ctrl+v) en términos digitales. Es una práctica, un método, una costumbre que modificó nuestra actividad frente a un contenido. Es decir que aquello que leímos lo seleccionamos, lo retocamos, lo sacamos de su contexto y le damos sentido con otros recortes y hasta incluso con aportes personales, pasamos en un suspiro del rol de lector al de productor. Esa actividad clásica de muchos y muchas bloggers al escribir y, muchos y muchas estudiantes al hacer un trabajo para su carrera, tiene su traducción en el arte. 

Quizás el collage sea lo primero que se nos viene a la cabeza pero éste tiene un entorno y esencia diferente. El collage es representación de ruptura con lo anterior (el arte burgués), y esa actitud rupturista con lo tradicional no se relaciona con el cut and paste antes mencionado, que mas bien parece de esencia facilitadora de una actividad sin contenido ideológico. El punk también utilizó en clave rupturista al collage no solo como medio artístico sino como forma de comunicación, casi como un símbolo de urgencia a ser escuchado. Si el collage se aliaba a las ideas es una forma de entenderlo al calor de la modernidad, en una época de vigencia de las utopías. En cambio, la posmodernidad presenta otras formas, ni mejores, ni peores, sino diferentes, signada por el consumo y el caos informativo, lo verdadero y lo falso, la realidad y la hiperrealidad. Una de esas formas es la que presenta Nicolas Bourriaud en su libro Postproduction.  

El término postprodution (posproducción) es fundamentalmente del mundo de la televisión, el cine y la música, y se designa a procesos que se aplican a un material grabado como un subtítulo, efectos, voz en off, etc. Sin embargo, para Nicolás Bourriaud el término puede servir para entender el arte contemporáneo en donde un artista utiliza de algún modo (la totalidad o un fragmento) la obra de otro artista para crear una propia, haciendo que comience a borrarse los límites entre el consumidor y el mismo artista. Quien consume también puede producir con aquello que consume. "Las nociones de originalidad e incluso de creación se difuminan así lentamente en este nuevo paisaje cultural signado por las figuras gemelas del deejay y el programador, que tienen ambos la tarea de seleccionar objetos culturales e insertarlos dentro de contextos definidos" (Bourriaud, 2009). Personalmente no creo que la originalidad y la creación se difuminen sino que se han transformado.



Un ejemplo muy común al cual no llegó el análisis de Bourriaud mas que a mencionarlo como ejemplo pero que sin embargo es tomado por el crítico Simon Reynolds es el del sample en la producción de música electrónica como una de las herramientas mas importantes. Entendamos por sample a un pieza de sonidos que pueden ser grabada de manera original o extraídas de otra grabación. Es decir que por mas que ya forme parte de una canción ese sonido pasa de ser obra a ser una materia prima para otra obra. Nuevamente no está de más agregar que esto se debe a las facilidades de acceso (entendido como búsqueda, descarga, apropiación, reproducción, uso y reutilización) que tenemos en estos tiempos  frente a diversos materiales. Burial es un productor de música electrónica que en 2007 ha hecho su segundo disco a partir de la extracción de audios de canciones pop tanto de Michael Jackson como Destiny Child e incluso el de el juego Resident Evil que da una melodía entre misteriosa y nostálgica a su icónica canción Archangel del disco Untrue. El mismo Gustavo Cerati es otro ejemplo de este tipo de práctica artística. Dejaré algunos videos sobre esto en los links que están al final del artículo. 

El consumo y esa masa de objetos artísticos y culturales desparramados por doquier plantean una nueva actitud del artista que no compone sino que trabaja con lo hecho anteriormente dice Bourriau y esto lo diferencia de los artistas de la modernidad, aquellos perseguidores de lo nuevo. Por eso es que para él el prefijo post mas que una superación, en el caso del arte, implica además una actitud que lo diferencia del artista moderno.  

Son varios los ejemplos que se mencionan en el libro, uno de ellos es el de la apertura de la Bieneal de Venecia de 1993, en la que Angela Bulloch expone el video de Solaris, el film de ciencia ficción de Andrei Tarkovskii, pero sin la banda de sonido, ya que fue reemplazada por los diálogos de la artista. Otro es el caso de 24 hours psyco es de 1997 del artista Douglas Gordon, que consistió en reproducir Psicosis, el film de Alfred Hichcock, en cámara lenta para forzarlo a una duración de 24 horas

© Studio lost but found - 24 hours psycho

La gran masa de objetos artísticos es el óleo de la postproduccion en el arte, en donde ya no hay un bastidor en blanco sino un caos a revolver y reordenar.

Es necesario comprender que si algo caracteriza a la posmodernidad es fundamentalmente por la cancelación de futuro (la gran diferencia con la modernidad) y la inclusión de lo económico a lo cultural, no sorprende entonces que haya que revolver en el pasado la materia prima del arte, en lo ya hecho ya sea bajo la idea de lo retro o bajo la forma de un sample. El sentimiento del fin de todo es la manera en que Andreas Huyssen, por ejemplo, utiliza para referirse al espíritu que invadió la década de 1980 con la caída del muro, la consolidación del neoliberalismo y la frase tratcheriana "No hay alternativas". Huyssen incluso habla de "una sensibilidad museística" que ocupa parte de nuestra vida cotidiana y posmoderna. 

La musealización sin embargo se refiere mas al consumo que al tiempo pasado. Si algo caracteriza al museo posmoderno y actual es su falta de temporalidad, allí hay mas superficie que profundidad, mas velocidad que lentitud. Lo mismo ocurre con el arte en sí. El pasado en el arte ya sea a través del formato nostálgico y/o retro y el pastiche (películas, series, música, fotografía, literatura) es un signo de una sociedad sin referencias futura (como menciona Jameson) pero también la cualidad mas importante de un producto cultural que necesita ser digerido rápidamente a través de la sensación de familiaridad. Pero la postproducción no solo sugiere un acercamiento al pasado sino que es un fragmento del mismo (Reynolds habla de un portal hacia el pasado) debido a que es un elemento descontextualizado, expropiado no solo de su autor sino de su tiempo.

El análisis en clave Copy Rigth que hace Simon Reynolds afirma al sampleo (sampling) no solo como una forma de expropiación sino además de esclavitud, ya que es "trabajo involuntario separado de su medio ambiente original y puesto al servicio de otro contexto con el objetivo de generar ganancias y prestigio para otros" (Simon Reynolds, 2011). 

Un ejemplo del sample como generador de formas artísticas nuevas basadas en fragmentos viejos que da la sensación de pasado perpetuo se puede ver en la canción The End of the World Party de que Haelos sacó en su disco Any Random Kindness en 2019. Ésta es una canción que merodea por samples de la vieja escuela relacionados con el breakbeat con tendencia al hip-hop. Haelos utilizó un fragmento del pasado para satirizar sobre el modo en que ignoramos los aspectos apocalípticos de la humanidad al centrarnos en el ahora, haciendo alusión al pasado, el presente y el futuro en una sola canción.


Pero no es una constante que el sample sea un modo de perpetuar el pasado ya que con el tiempo ha devenido en producto que se vende en un mercado. Centenares de productores  llevan a cabo tutoriales en youtube con el objetivo de promocionar sus samples que se pueden comprar en algún link ubicado en la descripción.

Lo que para Bourriaud es postproducción significa algo mas que el ready made de Duchamp. La postproducción excede los límites de la descontextualización de las obras, plantea una hiperdescontextualización frente al ready made que solo plantea pasar elementos de un espacio a otro, de lo cotidiano al museo. La postproducción en este sentido amplia la idea de contexto para incorporar en muchos casos el tiempo, como reflejo de la obsesión posmoderna por el pasado. Descontextualizar sería incluir las variables tiempo y espacio. Un fantasma entre nosotros, la muerte en la vida, fragmentos de pasado en el presente perpetuo que borronea la línea divisoria entre el pasado, el presente y el futuro.


Links

Samples de Burial 1

Samples de Burial 2

Samples de Cerati


Bibliografía

-Bourriaud Nicolás. Postproduction.

-Reynolds, Simon. Retromanía.

lunes, 10 de agosto de 2020

Sleeping whit Ghosts: escrito sobre la inminente ubicuidad del prefijo post.

Por Mariano Alvarez

Lo que va a leer en los siguientes minutos no es una reseña sobre aquel gran disco de Placebo, ni un artículo con referencias bibliográficas que enderecen los pensamientos plasmados sino una idea subjetiva en momentos en que la objetividad es una palabra utilizada en el marketing de los medios de comunicación.

Si hay algo a lo que nos llevó a hacer la pandemia en estos países en los que nos vimos obligados a hacer una larga cuarentena, fue a pensar en el tiempo personal y subjetivo, o en la manera en que lo entendemos. Hablo del tiempo de largo plazo, ese que puede trozarse por los límites de lo que entendemos por pasado, por presente y por futuro. ¿Qué pasó hasta acá? ¿Hacia dónde voy?

Este presente excepcional me lleva a pensar el pasado y el presente en clave diferente. Un modo que se plantea solamente a través de la idea de una ruptura. Por más que en unos años nos hayamos acostumbrados a la manera en que estamos conviviendo con un virus, el pasado se asemeja mas a otro mundo por el que estuvimos deambulando alguna vez. Lo vivido, los momentos bellos, los feos, lo personal, lo colectivo se ha tornado nuevo objeto de reflexión. Hoy caminaba por las calles frente a la plaza y siendo martes a las nueve y media de la mañana, la ciudad estaba mas dormida que un domingo de aquellas épocas. La plaza, las veredas, las calles han comenzado a convivir con la ausencia, tal como ya lo habíamos visto en diferentes historias distópicas de entretenimiento. 

No debería sorprendernos que el prefijo "post" comience a anticipar muchas otras palabras como ya lo hace con posverdad y posmodernidad entre otras, por no mencionar las menos mainstream o no oficiales como poscapitalismo, o post graffiti y post vandalism en el ambiente del graffiti, o post rock, post dubstep, post punk en el aspecto musical, y Postproduction en el arte (recomiendo incansablemente el libro con el mismo nombre de Nicolas Bourriaud) y así mucho mas.


Hasta aqui se ha planteado lo post siempre como superación a modo de progreso y no como pérdida. "La idea de "superación", que tanta importancia tiene en toda la filosofía moderna, concibe el curso del pensamiento como un desarrollo progresivo en el cual lo nuevo se identifica con lo valioso en virtud de la mediación-de la recuperación y de la apropiación del fundamento-origen" dice Gianni Váttimo en El fin de la modernidad.

Me animo a pensar que bajo estas circunstancias el uso del prefijo "post" incluso podría estar bajo una nueva forma de entenderlo también, algo así como lo post del prefijo post. Es decir, este prefijo, que en algún momento para la filosofía indicó la superación de algo, tal como explica Gianni Vattimo al referirse a la posmodernidad, hoy podría verse reformulado y enriquecido, traspasando el mero sentido de la superación para entenderlo además como superación del duelo, en donde aquello que muere es reemplazo por otro objeto de deseo. Veremos qué nuevos sentidos reemplazarán a las antiguas y fallecidas ideas de salud, estado, privado, sociedad, enfermedad, cultura, capitalismo, arte, etc, luego de los efecto de la pandemia.

¿Se viene un post pasado? ¿Un post futuro en el que se plasme una nueva forma de pensarlo luego de que la distopía impensada haya asesinado toda idea de futuro precedente? ¿Alguien en el pasado pensó en esto como futuro inmediato? Hasta el año pasado Joker parecía predecir el futuro, hoy nada se asemeja al futuro recientemente pasado, al futuro que pensábamos.

En fin, tengo la sensación de que lo post ya no es la superación de algo sino la forma que toma algo luego de muerto. Si la grabación musical se la tomó como la posibilidad de escuchar voces muertas, tal como las fotos también lo hacen con las imágenes, es porque han sido huellas de algo ocurrido, como también una manera de conservar y/o alcanzar lo inalcanzable, casi como lo hace un taxidermista. ¿Cuánta relación hay entre el taxidermista y la misma muerte? Hoy no solo convivimos con esos fantasmas a través del arte sino con nuestros propios fantasma a través de los recuerdos. Dormimos con ellos. Los fantasmas de lo que fuimos. Como ocurre en este momento al escuchar Miles Davis, estamos presentes y ausentes a la vez en una nueva realidad.

La Memoria en épocas distraídas

El futuro de la memoria ¿Por qué vuelve el negacionismo sin rechazos escandalosos?¿Qué pasó con la memoria? ¿La posmodernidad recuerda o sol...