jueves, 11 de junio de 2020

Years & Years: Lo distópico no era la tecnología, era lo humano.

Cuando la ciencia ficción comenzaba a popularizarse a través del morbo que las distopías plantean y éstas se transformarban en la repetitiva idea de la tecnología y sus aspectos negativos en la humanidad que una gran cadena del enterteinment como Netflix comercializó (tomo aire), se encontró con su propio techo. Black Mirror, esa serie que nos llevó a pensar en el futuro tecnológico, no fue mas que una suma de relatos para redundar en lo mismo. Hoy, en 2020, la serie Years & Years (2019) terminó siendo la que redoblaría las apuestas al momento de hablar sobre el futuro cercano (el presente) como contradiciendo todo lo anterior y disparando lazos con la realidad de este comienzo de la segunda década del siglo XXI. Fue como que nos hayan tomado del mentón para girar la cabeza y decirnos que los peligros son otros. Si la ciencia ficción nos habla sobre el futuro es siempre con los pies apoyados en el presente, en fin utiliza un tiempo llenos de preguntas para traerlas a nuestra vida actual así como está. Con estas características.




Vi en Years & Years el giro que practicamente hace Kierkegaard en la filosofía. El sujeto deja de mirar lo que lo rodea para mirarse a sí mismo en lo mas profundo, en su propia existencia. Me gusta pensar que Y&Y es como una distopía antropocéntrica, en la que el hombre es mas protagonista que la tecnología y sus consecuencias.

Si, como se ha dicho en el libro de Nisbet, en la historia del progreso se ven dos grandes corrientes, una que plantea el progreso como el desarrollo técnico y otra como el desarrollo de los valores humanos, vemos que la mayoría de las distopías muestran al hombre alienado por la tecnologia tomando entonces una de éstas idea de progreso para cuestionarlo. Son historias en las que la técnica es la protagonista del progreso pero también de su negativo pesar.

En Y&Y la tecnología avanzó y causa problemas como la transhumanización pero esto no es mas que un aspecto que se suma a la gran crisis de la humanidad, la precarización laboral, la continua repetición de los cierres de bancos que estafan, la discriminación racial tomada como bandera por partidos políticos, el inmigrante como un problema, todo se asimila mas a un presente en el que la tecnología no parece culpable ni de la pandemia, ni de la discriminacion o de la violencia policial a los negros, ni mucho menos de la imparable ampliación de las desigualdades sociales. En la serie, al igual que en el presente la política es un show con políticos que tienen fuerte presencia en los medios de comunicación. Y&Y tan centrada está en la humanidad que la historia de amor principal es homosexual.

Esta forma de ver el "progreso" definida dialécticamente entre el hombre y la tecnología ayuda a salir de la dualidad que se muestra al comenzar el libro "Historia de la idea de progreso" de Nisbet. Sale de esta dualidad porque no se centra en la oposición entre valores del hombre y tecnología. En última instancia este tipo de distopía no hace al hombre víctima sino de artesano de su propio futuro en el que la misma racionalidad también se ve entre signos de preguntas.




Una distopía antropocéntrica en un presente como éste nos plantea un alerta y la necesidad de comenzar a preguntarnos sobre qué pasará con nuestro futuro y no con el futuro de la tecnología avasalladora. Por otro lado y de modo aún mas urgente, centrar el progreso en los valores del hombre y no en la tecnología implicaría que la civilización misma se vea negada (una civilización bárbara) y que el progreso no sea mas que retroceder ya que las ideologías segregacionistas extremas son los problemas por lo que se había pasado en el silgo XX. Se suponía que a veinte años del siglo XXI aquellos sería problemas anticuados que nos dejarían un legado de enseñanza. Avanzar con la igualdad de derechos hasta naturalizarla no es un tema tecnológico.

2 comentarios:

  1. Como siempre...un excelente analisis y una excelente pluma, querido Alvarez.
    coincido plenamente, Y&Y es mas perturbadora que otras representaciones artisticas sobre el futuro, porque no son los objetos tecnologicos que evolucionan y terminan captando las relaciones humanas...sino al reves, la evolucion (o involucion?)del ser humano es la que termina destruyendo el entramado social y al hacerlo..consigue profundizar la deshumanizacion...y los aparatos tecnologicos no hacen mas que adaptarse a esa situacion..el peligro de ese futuro somos nosotros mismos,si las redes sociales reemplazaron el contacto piel a piel..fue porque dejamos ese vacio existencial, interno y externo..y eso es lo genial de esta serie: la tecnologia ocupa los lugares que les regalamos en bandeja, nada puede terminar bien
    si no surgen alternativas de vida distintas a las que ya conocimos y nos condujeron a este abismo. un abrazo, amigo..que cuando termine todo esto, estamos obligados a juntarnos alrededor de una comida, un vino y risas, como formas de resistir la inercia.

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  2. Muy buena conclusión. Lo único que nos puede salvar es seguir haciendo reuniones ritualizadas irremplazable ante cualquier tecnología. Gracias por el aporte de siempre.

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